miércoles, 5 de febrero de 2025

Cacho Nro IV: La Obsesión no es sabiduría.

Obsesionado con el tema del oráculo, Jesús, tomó la decisión de salir a buscarlo. Pero ¿para donde ir? ¿Norte? ¿Sur? ¿Este? ¿Oeste? ¿O aquel?. ¡que dilema!. Sentado en la galería del patio Jesús Iluminado Veremundia pensaba y pensaba, pero no podía decidirse. Ni una luz de esperanza, ni una mínima chispa de idea para donde rumbear.

Su padre que hacía un rato que lo observaba se le acercó y preguntó: -¿Qué te pasa hijo? te veo hace varios días preocupado.

-Desde que Salomón Rey me habló del Oráculo de Delfos no puedo dejar de pensar en otra cosa. Siento una cosa acá... -dijo Jesús llevándose una mano a la boca del estómago

-Acidez- sentenció su padre- tomate un vaso de leche y se pasa te todo.

-No es acidez. Es un llamado. Una señal. Tengo que ir a Delfos a encontrar el Oráculo.

Don José, con cara paternal y comprensiva, poniéndole una mano el hombro le dijo: Escuchamé, hijo mío. Nunca te he dado un consejo -hizo una pausa solemne y agregó- y hoy tampoco te lo voy a dar- dijo alenjandose mientras se subía los pantalones un poco flojos de cintura.

Ante semejante imagen Jesús se puso en pie como si de repente una energía extraña se apoderara de él y salió a la calle y comenzo a caminar sin rumbo. Cruzó la plaza del pueblo y siguió caminando. Pasó la zona comercial y siguio caminando. Sin darse cuenta dejó atrás las ultimas casas. Un camino solitario se abría ante él.

Luego de andar un buen rato vio a un joven sentado a la vera del camino. Al pasar junto a él se detuvo. El jóven alzó la mirada y sus ojos se encontraron. Se miraron unos segundos... entonces el joven habló: ¡Eh ameo! ¿no tenes un cobre para una fresca?

-¡¿Pero por qué no vas a laburar?¡ -respondió Jesús ofuscado y alejandose.

- es que me echaron hace dos días y nadie quiere darme laburo.

Jesús, arrepentido de su primera reacción, retrocedió y se sentó junto a él. ¿Y de que trabajabas?

- Recaudador de impuestos

- Vade-retro-Satanás! gritó Jesús apartándose de un salto

- Eh ameo, te dije que yo trabajo más ahí -

Jesús volvió a sentarse.

-No me digas ameo. Me llamo Jesús.

-Bueno ameo, si no te gusta que te diga ameo, no te digo más ameo, ameo.

Resignado, Jesús, le preguntó como se llamaba.

-Sandro Mateo. Algunos me dicen Mate, otros San, menos el japonés de la tintorería que me dice Mateo San.

-Mateo San -repitió Jesus- interesante... Los orientales ven todo al revés que nosotros

-¿Los uruguayos?

-No. ¿Que uruguayos? -pregunto Jesús

-Ameo vos dijiste que los orientales...

-¡Basta de llamarme ameo!

-Esta bien Maestro, no se enoje. ¿Maestro tambien le molesta?

-Maestro esta bien.

-Bueno Maestro, me explica ¿cómo es eso que los orientales ven todo al revés?

-Tienen una filosofía de vida distinta, milenaria.

-Mira vos... y yo que pensaba que era por los ojos chiquitos y estirados que tienen

Jesús lo miró sin decir nada

-¿y porque tienen una filosofía distinta, el tintorero, me llama Mateo San?

-Así es. Y por eso a partir de hoy, te voy a llamar San Mateo

-Al revés que el japonés

-Exacto -sentenció Jesús

Tras unos minutos de silencio. Mateo preguntó: ¿y a donde iba maestro?

- A buscar el oráculo de Delfos

- ¿Donde queda eso? -preguntó Mateo sorprendido ya que nunca había escuchado esos nombres.

- Ni la menor idea -respondió Jesús

- Para allá sólo hay desierto -dijo Mateo señalando en sentido contrario del que vino Jesús.

- Puede ser. Pero siento que debo ir hacia allá

-¿lo puedo acompañar Maestro? Me gustaría documentar su aventura para la posteridad. Además no tengo nada mejor que hacer.

-Lo siento Mateo. Pero es algo que tengo que hacer solo.

-¡Egoista! ¡hijo único! 

-No te enojes. A la vuelta te cuento todo y lo escribis, asi das testimonio a las futuras generaciones.

-¿Me lo promete? -pregunto Mateo un poco decepcionado.

- Te lo juro por Dios.

- No se jura por Dios -reprocho Mateo

-Ta bien, te lo juro por mi papá.

Asi se despidieron estos dos nuevos amigos. Mateo quedo sentado viendo como Jesús se alejaba en busca del Oráculo de Delfos. Adentrándose por el camino del desierto.

Y así caminó Jesús 40 días y 40 noches. 

Pero Jesús no estaba solo...  


martes, 21 de enero de 2025

Cacho Nro III: Camino del Oráculo

 Se acercaba el cumpleaños del padre de Jesús, Don José, entonces penso en ir hasta el Bazar-Al-Pasar de Salomón Rey y comprar un lindo regalo.

Jesús encaró por Avenida de las Camelias, y no supo porque, le pareció que todo el mundo andaba con un paso marcial. Dobló hacia el sur, paredón y despues de andar un buen rato, llego al bazar. Salomón, como era su costumbre, estaba detrás de la caja registradora, un artilugio mecánico que habia inventado un primo lejano, que claro está, vivia en el extranjero.

El aparato era un armatoste de fierro y bronce, finamente adornado con tallados árabes e infinidad de teclas de nacar. Luego de pulsar varias teclas, que sólo Salomon conoce su combinación exacta, el aparato era capaz de informar el importe a cobrar. Una maravilla de la ciencia y la técnica de nuestros días. Donde iremos a parar se preguntaba siempre Don Valderrama.

- ¡Salud profeta!- exclamó Salomón al ver entrar a Jesús.

- ¿Otra vez con eso Salomón? Ya te dije que no soy profeta. Nadie es profeta en su tierra. Yo soy...

Salomón levantando una mano cortó en seco el discurso de Jesús.

-Para nosotros, los mulsulmanes, tu eres un profeta. Ya se que no es lo mismo que ser el hijo de Dios y todo eso, pero tampco es poca cosa.

-Salomón deberías dejar de fumar lo que sea que fumes por esa manguerita...

-Hachís

-Salud

- ¿Y que te trae por mi humilde establecimiento de baratijas importadas de lejanas tierras ignotas?

-Es el cumpleaños de mi papá y quiero hacerle un regalo

-¿Al del ciello o al de la tierra?- preguntó respetuoso Salomón

-Al de acá- respondió Jesus con un resoplido de resignación.

-¡Ah! entonces para Don José tengo el regalo perfecto. Llegaron la semana pasada unos moldes para los soldaditos de plomo.

Jesús, negando con la cabeza dijo: creo que no.

- Pero mirá que son importados. Son moldes hechos por los milenarios falsificadores de la remota China- insistió Salomón

-Es que papá ya no se dedica más a los soldaditos de plomo.

-¿no me digas que volvió a la carpintería? me vendría fenómenal, tengo que hacer unas estanterias nuevas...

-No, no. Ahora es plomero- interrumpio Jesús

¿Plomero?¿y que es eso?

-Es el que arregla las cañerías cuando se pinchan y empiezan a perder agua.

-Pero si aquí ninguna casa tiene cañerías.

-Eso es lo que le dice mi mamá y él le retruca que la plomería es el trabajo del futuro, y ella le dice que el dinero se necesita ahora en el presente y que el futuro, sin dinero en el presente, nunca va a llegar. A lo que mi papá le dice canturreando que el futuro llegó hacer rato, todo un palo, ya lo ves; y se va haciendo gestos obsenos.

-Cuanta sabiduría la de tu madre.

-Eso es lo que yo quiero: sabiduría- exclamo Jesús entusiasmado

-Entonces puedo venderte los 15 tomos de la Enciclopedia Británica del Mundo, escrita por sus dueños. A tu padre el encantará.

-No. La sabiduría es para mí. Para mi papá deme un calzoncillo y dos musculosas blancas.

-Entiendo, entonces ¿tambien te llevas la enciclopedia para ti?

-¿Contiene toda la sabiduría del universo?- pregunto Jesús

-Del universo no creo, pero del mundo conocido estoy casi seguro

-Pero yo quiero la sabiduría total- repuso Jesus un poco decepcionado

-No la vas a encontrar en ningún libro. Sólo el oráculo de Delfos contiene todo ese saber. Responderá todas tus preguntas mejor que con chat GPT

-¿Y donde queda el oraculo de Delfos?- pregunto desesperado Jesus

-No lo se. La busqueda de la sabiduria es parte del camino que debes recorrer. Agarra mercadería y paga semana que viene- dijo Salomón y se retiro tras una cortina bordada con arabezcos en hilo de oro.

-Pero... ¡Salomon! ¡Salomoooooooooooooon! la puta que te parió Salomón... 

Jesus un tanto decepcionado tomo el paquete para su padre y volvio para las casas mientras en su cabeza no dejaba de resonar las palabras de Salomon: El oraculo de Delfos.